Artrosis de Rodilla

La rodilla es la articulación que une el muslo y la pierna, de esta manera esta conformada por la unión del fémur, que es el hueso del muslo, la tibia que es el hueso de la pierna y la rotula que cubre la rodilla en su parte anterior. Ver fig 1.

Esta articulación realiza principalmente movimientos de flexión y extensión, los cuales  son necesarios para diversas actividades, para citar dos ejemplos la rodilla debe extenderse completamente para adoptar una adecuada posición de pie y debe tener una gran capacidad de flexión para levantarse de una silla o aun mas para agacharse.

Estos movimientos están impulsados por grupos musculares  específicos en la parte anterior y posterior del muslo, que deberán ser respetados en su mayoría en cualquier tratamiento que se realice si se quiere mantener una función eficiente de la articulación.

En la mayoría de las articulaciones los extremos de los huesos están recubiertos de cartílago articular, un tejido suave y lubricado que permite un movimiento entre las superficies con un roce imperceptible.  Cuando este cartílago se degrada y es reabsorbido, el hueso que se encontraba debajo del mismo es expuesto y queda en contacto con las demás estructuras de la articulación, lo cual produce dolor con el movimiento que se acompaña de sensación de roce perceptible en algunos casos.

La mayor parte de las artrosis de la rodilla son primarias, es decir, que no puede identificarse una condicion que haya desencadenado el daño en el cartílago. No obstante  lo anterior, hay un grupo de artrosis secundarias en las cuales si puede correlacionarse el daño en el cartílago con una condición o evento previamente ocurrido al individuo. Dentro de estas causas podemos contar enfermedades reumatológicas(ej:artritis reumatoidea), fracturas, infecciones, deformidades angulares de la rodilla y otros problemas de alineación.

El principal síntoma de la artrosis es el dolor, este dolor ocurre principalmente al caminar largas distancias o al levantarse luego de permanecer sentado durante períodos prolongados.  Los arcos de movilidad de la rodilla y la capacidad de marcha se disminuirán de manera progresiva.

En la rodilla, las superficies articulares del femur, tibia y rótula pueden  comprometerse de manera variable. Esto hará variar los síntomas de la artrosis produciendo dolor de acuerdo a la localización anatómica donde se encuentre principalmente el daño. Es así como algunos pacientes refieren dolor en reposo o al flexionar o extender la rodilla y para otros subir y bajar escaleras puede ser mas incómodo.

Para artrosis  de rodilla, no existe un patrón de progresión de los síntomas que permita predecir la evolución, de manera que en algunos pacientes el dolor progresa rápidamente y en otros transcurren largos períodos sin limitación.

Una vez revisados los síntomas y antecedentes, es necesario realizar un exámen físico de la rodilla que permita determinar principalmente  la presencia de inflamación, los arcos de movilidad de la rodilla y la alineación de la misma, lo cual aportará información que oriente hacia el diagnóstico de artrosis de la rodilla.

Para confirmar  el diagnóstico  de artrosis y establecer su severidad será suficiente en la mayoría de los casos con una radiografía comparativa de rodillas la cual debe ser tomada con apoyo.  Esta radiografía muestra usualmente disminución del espacio de la articualcion asi como  quistes y nuevas formaciones de hueso llamadas osteofitos(ver fig). Algunos pacientes podrán requerir exámenes adicionales para complementar el diagnóstico o planear la cirugía. Estos exámenes pueden incluir resonancia magnética de la rodilla, tomografías o radiografías panorámicas del miembro inferior.

Es importante anotar cuando se evalúa las probabilidades de tratamiento,  que la mayoría de tratamientos no logran devolver al cartílago articular su estructura y resistencia original. De manera que, como regla general, los tratamientos utilizados en artrosis de rodilla están encaminados al mejoramiento de los síntomas y en algunos casos a limitar el progreso del daño de la articulación y rara vez logran revertir el daño alcanzado en la articulación.

Pueden dividirse estos tratamientos en cambios del estilo de vida, tratamientos farmacológicos, es decir aquellos realizados con medicamentos , inyecciones en la articulación y tratamientos quirúrgicos.

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