En los casos de artrosis avanzada de la cadera y cuando el tratamiento con medidas no quirúrgicas haya fallado, el reemplazo protésico de la cadera será el camino para recuperar la calidad de vida.
En los casos de artrosis avanzada de la cadera y cuando el tratamiento con medidas no quirúrgicas haya fallado, el reemplazo protésico de la cadera será el camino para recuperar la calidad de vida.
El reemplazo total de la cadera es la sustitución de las superficies erosionadas y dolorosas en ambos lados de la articulación de la cadera, esto es , en el fémur y en la pelvis. De esta manera, el procedimiento quirúrgico incluye el retiro de las superficies de la articulación, la colocación de un prótesis articular que permita que el movimiento de la articulación ocurra entre los componentes de la prótesis y no hueso sobre hueso, y por último una cuidadosa reconstrucción de tejidos blandos.
El Doctor Guillermo Bonilla utiliza una técnica quirúrgica a través de mínima incisión en la cual adicionalmente se hace énfasis en un manejo cuidadoso de los tejidos blandos y una estricta reconstrucción de los mismos, lo cual facilita una rápida rehabilitación, menor dolor luego de la cirugía y estancias hospitalarias mas cortas.
Es importante en este punto aclarar que la decisión de cirugía debe tomarla el paciente. El médico solo debe actuar como un asesor e informar de la manera más precisa posible los beneficios y riesgos de la cirugía y los detalles de la rehabilitación, permitiendo de esta manera que el individuo este claramente informado al momento de tomar la decisión.
Cómo regla general, el Doctor Guillermo Bonilla recomienda la cirugía de reemplazo de cadera en aquellos pacientes con artrosis avanzada en los cuales el dolor haya progresado lo suficiente como para limitar las actividades importantes de la vida diaria. Esta limitación puede hacerse evidente en el trabajo, el cuidado personal, las labores domésticas, las actividades familiares o recreativas o en la vida de pareja. Si el paciente ha comenzado a presentar dificultades para alguna de estas funciones, es momento de considerar la cirugía.
En los casos en los cuales el dolor genere inconvenientes para la práctica deportiva, es preciso discutir la indicación de cirugía de manera individual, dado que hay algunos deportes cuya práctica puede recuperarse luego del reemplazo de cadera y otros que no son recomendados (ej: deportes de contacto).
La gran mayoría de los pacientes a los cuales se realiza un reemplazo total de la cadera presentan mejoría completa del dolor articular y una recuperación funcional rápida, regresando algunas semanas después del procedimiento a la actividad que realizaban antes de la enfermedad.
Las complicaciones en la cirugía de cadera son infrecuentes si se realiza una prevención adecuada. El Centro de Cuidado Clínico en Reemplazos Articulares de la Fundación Santa Fe de Bogotá enfoca su trabajo en procesos que mejoran las probabilidades de éxito y minimizan los riesgos, es por esto que solo en raras ocasiones nuestros pacientes presentarán eventos adversos serios.
En resumen, el reemplazo total de la cadera es una cirugía de amplios beneficios y si bien tiene algunos riesgos, la ocurrencia de complicaciones es infrecuente.
Una vez realizada la valoración preanestésica y prequirúrgica y el planeamiento de la cirugía, se harán los arreglos logísticos necesarios para que el procedimiento ocurra con éxito.
El paciente debe hospitalizarse el mismo día de la cirugía y será trasladado directamente de la oficina de admisiones a las salas de cirugía donde inicialmente se realizará la preparación para anestesia, posteriormente se realizará la cirugía y luego sera llevado a la sala de recuperación donde sus signos vitales serán monitoreados. Una vez se considere seguro, será trasladado a la habitación. Hasta este momento habrán transcurrido aproximadamente 4 horas desde su ingreso al hospital.
La hospitalización tendrá una duración de 2 a 3 noches y durante este tiempo se realizará prevención de complicaciones, observación de la evolución y la primera etapa de la rehabilitación. Le serán admnistrados medicamentos para prevenir infecciones y formación de trombos, y le serán realizados exámenes de sangre para detectar anemia y tomar las medidas necesarias en caso de presentarlas. Adicionalmente se evaluará la evolución del dolor, tratando de asegurar su control.
Una vez se hayan cumplido los objetivos de la hospitalización, se autorizará el alta de paciente asegurando la continuidad de la rehabilitación.
Es natural que el alta hospitalaria se acompañe de ansiedad e incertidumbre en relación con el manejo en casa, esta sensación podrá solucionarse con información que se le entregará en el momento oportuno. No es aconsejable prolongar la hospitalización de manera innecesaria, esto podría aumentar los riesgos de algunas complicaciones.
Al momento del alta, se harán los arreglos necesarios para que el paciente sea trasladado a su domicilio en ambulancia, se solicitará terapia física domicliaria y se formulará los medicamentos y elementos necesarios para la recuperación.
Nota: Las siguientes expectativas de rehabilitación son variables y dependen de multiples factores que incluyen el estado funcional previo y la tolerancia al dolor de cada individuo. Se explican metas que se logran de manera cómoda en la población general.
La rehabilitación del reemplazo total de la cadera iniciará el dia mismo de la cirugía con ejercicios en la cama, seguidos de la adopción de la posición sentado. Posteriormente y en la medida en que los síntomas lo permitan se progresará a poner el paciente de pie e invitarle a caminar con el uso del caminador.
Al momento del alta hospitalaria el paciente debe ser capaz de movilizarse de manera independiente en la habitación, siempre con el uso del caminador.
Luego del alta hospitalaria el paciente realizará ejercicios progresivos de marcha que le permitirán abandonar el caminador entre dos y tres semanas luego de cirugía, este caminador será sustituido por un bastón que típicamente es utilizado hasta la sexta semana luego de cirugía.
Durante todo este proceso las demás actividades de la vida diaria iran siendo asumidas en la medida que avance la rehabilitación. De esta manera a la mayoría de los individuos se les permitirá asisitir al trabajo 4 semanas luego de la cirugía, conducir un vehiculo y reiniciar la actividad sexual entre 4 y 6 semanas luego de la cirugía y reiniciar la actividad deportiva luego de tres meses. De cualquier manera el reinicio de cada actividad varía de acuerdo al paciente y deberá ser discutido en las visitas al consultorio.
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